Categoría: Reseñas
EL REGRESO DE JORGE ORTIZ
Sí, ha regresado aquel periodista fogoso e incisivo que por más de cuarenta años apareció en las pantallas haciendo opinión y fomentando el debate político, pero por ahora no ha vuelto a la televisión sino a las librerías y a los coloquios literarios con su nueva obra, ‘Historias del Mundo’ (Debate, 2016).
En sus libros anteriores, ‘50 Historias’ y ‘Relatos para descifrar el mundo’, Ortiz anticipó un estilo narrativo que recoge algo de la crónica y también del ensayo alrededor de hechos históricos investigados y revisados con precisión y rigurosidad.
Estos nuevos relatos, escritos en un formato similar al de sus obras anteriores, están divididos en dos partes: la primera que se remonta a la formación del mundo y al nacimiento y evolución del ser humano como la especie dominante en el planeta desde la extinción de los dinosaurios; y la segunda que contiene treinta y nueve pasajes históricos en los que se recoge la grandeza y la miseria de la humanidad en sus trece mil años de existencia.
En la primera parte el lector será testigo de varios eventos circunstanciales, casi imposibles, que debieron suceder para que los seres humanos habitemos hoy la Tierra. Desde apocalípticas colisiones que destruyeron las anteriores especies del planeta, pasando por un tortuoso y complejo proceso evolutivo en el que nuestros antecesores descendieron de los árboles y aprendieron a caminar erguidos, enriquecieron su dieta con proteínas animales, dominaron el fuego, inventaron la rueda, desarrollaron la agricultura, aprendieron a hablar y a escribir, hasta que se organizaron las primeras sociedades regidas por estructuras legales, judiciales y políticas.
La segunda parte en cambio es un repaso ameno y bien escrito sobre distintos episodios que marcaron de algún modo la historia de la humanidad. Por ejemplo: las enfermedades y su diseminación; el robo de la cruz de Cristo; la tumba bajo el río Busento en el suroeste italiano en donde se habría ocultado el mayor tesoro conocido en la Tierra, producto del saqueo de Jerusalén y Roma; el nacimiento de la democracia hace ya ocho siglos; la conquista de la actual Sudáfrica en una tierra en la que se cultivaban lechugas para los barcos que surcaban el Cabo de Buena Esperanza; la misteriosa vida de Jack el destripador, uno de los asesinos más crueles que conoció la humanidad; los pasajes más curiosos y sobrecogedores de los dos conflictos mundiales del siglo XX; la anécdota de la manzana mordida y la reivindicación de los derechos de los homosexuales en una de las marcas más famosas del mundo; el triste desenlace de los deportistas de la Alemania Oriental que, a fuerza de engaños y manipulaciones, llegó a ser una potencia olímpica; los entresijos del conflicto sirio que hoy tiene en vilo al planeta; o la temible nueva ofensiva de los temibles Talibanes en Afganistán, entre muchos otros relatos y anécdotas que nos regala en su esperado regreso el periodista y escritor Jorge Ortiz.
‘RECOVECOS DE LA HISTORIA’
La nueva edición del libro de Rodrigo Borja Cevallos, ‘Recovecos de la Historia’, ya se encuentra a disposición de los lectores. Cabe anotar que desde hace algunos años la obra estaba agotada y ahora, bajo el sello Dinediciones, el autor acaba de publicar esta quinta versión en la que se incorporan nuevas anécdotas y reflexiones sobre su larga carrera política y también sobre varios aspectos de su vida personal.
‘Recovecos de la historia’ es una obra amena y madura en la que Rodrigo Borja confiesa sus secretos personales y familiares, ciertas intimidades y aventuras de su infancia y su juventud, memorias de los avatares en la lucha política, los aspectos dulces y amargos del poder, relatos de primera mano sobre hechos trascendentes de la historia, y sobre todo, reflexiones, pensamientos, críticas, ambiciones y frustraciones de un personaje que decidió poner un punto final a su carrera política para entregarse por entero al seductor oficio de escribir.
En esta nueva edición se introduce, por ejemplo, la anécdota sobre un sorpresivo encuentro (sorpresivo solo para el ex presidente ecuatoriano), que mantuvo con el guerrillero de las FARC conocido como Raúl Reyes, y de la forma en que el autor del relato eludió una extraña invitación para asistir al campamento del grupo rebelde en la selva colombiana.
Otro hecho digno de ser leído es el que se titula: “La Sierra Maestra”, en el que narra la aventura de un grupo de estudiantes de derecho de la Universidad Central que estuvieron a pocos días de viajar a Cuba para enrolarse en el movimiento rebelde de Fidel Castro, refugiado en esos meses precisamente en las montañas para preparar el golpe final contra la dictadura de Batista. Esas páginas están cargadas del idealismo irracional de la juventud, pero también de las reflexiones posteriores sobre lo que habría sido el destino de aquellos estudiantes ecuatorianos que, por un inconveniente de última hora, no participaron en la revolución cubana.
Se incluye en la obra además, entre varios nuevos relatos, el que se refiere al repentino nombramiento que se le hiciera en el año 2007 como primer secretario general de Unasur, organismo regional creado en esos días por los jefes de Estado de los países sudamericanos además de los de Surinam y Guyana. Allí comenta el autor lo que fue su aceptación y los primeros contactos con algunos jefes de Estado, sus labores iniciales, y en especial, sus desavenencias y preocupaciones por el rumbo que se pretendía dar al nuevo organismo, y la decisión final de declinar su designación.
Por las páginas de esta obra pasan cientos de personajes que, para bien o para mal, han escrito una parte importante de la historia moderna de la humanidad. Pasan también por allí, de forma expresa o entre líneas, los totalitarismos, las ideologías, los conflictos bélicos, las nuevas tecnologías, el cambio climático, el azote de los populismos, reunidos todos en un cautivador catálogo de memorias y sucesos.
Oscar Vela Descalzo
‘DOS AÑOS, OCHO MESES Y VEINTIOCHO NOCHES’
La lectura compromete no solo a los cinco sentidos y a la mente que los gobierna, sino también otros órganos del cuerpo que, influenciados por las palabras, entre otras manifestaciones, se erizan, tiemblan, retumban, se alteran o se paralizan.
Cuando leí por primera vez ‘Cien años de soledad’, demasiado tiempo atrás, sentí que mi mente se había puesto en alerta máxima y que, de pronto, sin que tuviera control sobre ella, empezaba a dar órdenes extrañas y a revolverlo todo. Entonces descubrí lo que es capaz de provocar la lectura de un buen libro: inspiración, alegría, desazón, satisfacción, excitación, enseñanzas, realidades, temores, rabia, angustia, fantasía…
A lo largo del tiempo, por fortuna, volví a sentir todas esas emociones, a veces juntas, a veces dispersas en obras literarias de distintos autores, y he comprendido con mayor nitidez que el punto de distinción entre una obra maestra y todo lo demás que se ha escrito, se encuentra en el cúmulo de sensaciones que un gran libro despierta entre los lectores.
Acabo de terminar la lectura de la nueva novela del escritor indio Salman Rushdie, ‘Dos años, ocho meses y veintiocho noches’, y con ella me pasó algo parecido a lo que me sucedió la primera ocasión con la magistral novela de Gabriel García Márquez. Y esto no significa que los dos libros tengan algo en común, pues no lo tienen en absoluto, pero ambos son capaces de llevar al lector a otra dimensión emocional. Posiblemente ahí se encuentre la razón de su grandeza.
Esta nueva historia de Rushdie, un homenaje a los enigmáticos cuentos de ‘Las mil y una noches’, se sitúa en un futuro muy cercano, en distintos lugares del planeta que sufre una generalizada y catastrófica tormenta. Allí, sus personajes descubren, por ejemplo, que la ley de gravedad no es absoluta, que los corruptos e impuros pueden ser descubiertos por unas extrañas manchas que brotan en su piel, que los rayos de la tormenta pueden quitar la vida a las personas pero también garantizarles la eternidad; que el universo de otros seres no humanos es capaz de fusionarse con el nuestro y ocasionar de este modo el caos, pero también podría generar lazos de amor que trascienden todo lo que sabemos sobre el tiempo y el espacio.
Durante dos años, ocho meses y veintiocho noches, es decir, durante mil y una noches exactas, el mundo conocerá el verdadero sentido de la magia y la fantasía, la real dimensión de Dios, el significado oculto de la reencarnación o la transmutación, la atemporalidad del amor terrenal, pero también reconocerá allí los rasgos del fanatismo, la locura y la perversión.
La novela de Rushdie tiene pasajes magníficos que envuelven al lector en un estado de catarsis, una suerte de breve ensoñación que, por un lado alegra y purifica el espíritu, pero por otro lo convierte en un exiliado frente a esa enorme cantidad de personas que no leen, que nunca han leído y que jamás podrán sentir el inmenso placer de la lectura.
Oscar Vela Descalzo
RESEÑAS LIBROS ENERO 2016
LA HONDONADA
Jhumpa Lahiri
Salamandra
414 páginas
Esta preciosa historia de la novelista India más leída en la actualidad está sostenida por los hilos invisibles de las relaciones familiares, en especial por el amor que nace con el vínculo de sangre, pero también por los desapegos de los hijos que deben partir. Los hermanos Subhash y Udayan vivirán pasajes felices en su vida infantil en un barrio pobre de Calcuta que rodea una hondonada que en invierno se llena de agua y forma una enorme laguna. Las decisiones de uno de ellos acabarán en tragedia, y tras ella, la familia sentirá que todo parece desintegrarse.
LAS ELEGIDAS
Jorge Volpi
Alfaguara
147 páginas
Esta novela lo sorprenderá desde el principio hasta el final tanto en su forma como en su fondo. Escrita en verso en su totalidad, nos narra la trágica historia de los denominados “campos del amor”, en California, Estados Unidos, a los que llegan cada día decenas de niñas y jóvenes mexicanas que son engañadas y que terminan prostituyéndose al otro lado de la frontera. Las redes de traficantes al parecer tienen su origen prehispánico en la zona de Tenancingo en la que muchos de sus hombres, por generaciones, se convierten en proxenetas e incluso entregan a sus hijas y hermanas a los traficantes del otro lado. Una obra potente, extraña y profundamente dolorosa.
LA NEBLINA DEL AYER
Leonardo Padura
Tusquets
360 páginas
brota una inesperada historia de amor.
Catorce años después de que el detective Mario Conde dejó la Policía, el encuentro fortuito de una maravillosa biblioteca plagada de verdaderas joyas literarias lo pondrá al borde de conseguir el negocio del siglo. Sin embargo, según van apareciendo aquellas maravillas de papel, y según Conde las coloca en el mercado negro cubano, también aparecerá algo difusa la mítica imagen de una famosa y fugaz cantante de boleros de la Habana de los años cincuenta. El detective sentirá una especial atracción hacia la misteriosa dama que estará de algún modo vinculada a un sorpresivo crimen en esa fastuosa biblioteca, y también a una historia del pasado de Conde que se develará lentamente en las páginas de esta gran novela.
LA FORMA DE LAS RUINAS
Juan Gabriel Vásquez
Alfaguara
560 páginas
La nueva obra del escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, es quizá su libro más ambicioso. La historia arranca en el año 2014 cuando Carlos Carballo es arrestado por intentar robar de un museo el traje de paño de Jorge Eliecer Gaitán, el líder político que fuera asesinado en Bogotá en 1948. Esta novela autobiográfica y de investigación, recorre a partir de ese hecho una parte de la historia colombiana con los asesinatos de Gaitán y también de Rafal Uribe Uribe años antes (1914), pero los conecta de forma inteligente y amena con crímenes como el de John F. Kennedy. Sin embargo, el lector no logrará descubrir hasta el final cuál es el vínculo que une estos crímenes políticos con aquel suceso de apariencia trivial en un museo bogotano en 2014.
Oscar Vela Descalzo
‘LA HONDONADA’
Jumpha Lahiri (Londres, 1967), es una reconocida escritora de origen indio que ha residido y trabajado gran parte de su vida en Rhode Island, Estados Unidos. En el año 2000 recibió el premio Pulitzer por su primer libro, la colección de relatos titulada ‘Intérprete de Emociones’.
Su última novela (Salamandra, 2013) es ‘La Hondonada’, un relato conmovedor que se sitúa en los dos lugares que han marcado la vida de la autora: Calcuta y Rhode Island.
Aquella hondonada que aparece en las primeras páginas de la novela cuando los hermanos Subhash y Udayan recorren el barrio de su infancia, se convierte desde el inicio del relato en una metáfora muy bien lograda sobre la humildad y la pobreza que envuelve a la gran mayoría de la población india.
En aquella enorme concavidad natural los protagonistas de la historia hacen su vida jugando al fútbol, nadando en invierno cuando allí se forma un increíble lago de agua lluvia, y recorriendo los extramuros del club privado de Golf que circunda a la barriada. En el lujoso club que se oculta detrás de la inmensa pared se origina una de las escenas de la infancia de Subhash y Udayan que terminará marcándoles la vida más allá de lo que ellos imaginan. Una tarde, cuando los hermanos buscaban pelotas de golf extraviadas, deciden franquear el muro para ver con sus propios ojos el lugar en el que jamás habían soñado con conocer. Se despiertan entonces en Udayan los primeros síntomas de la rebeldía que le acompañará siempre y que se constituirá en el punto de inflexión de toda la familia.
En ‘La Hondonada’, Lahiri trata con pasión y profundidad las relaciones familiares en la India del siglo XX, sus costumbres, sus temores y los detalles de la vida cotidiana de su pueblo. Sin embargo, el núcleo de la novela está en el vínculo de sangre que une a padres e hijos, el amor inmenso que debería haber entre ellos por el solo hecho de existir aquel vínculo, y la ruptura existencial que se produce si es que ese amor no llega a ser tal.
La estructura familiar de Subhash y Udayan se resquebraja de forma sorpresiva después de una tragedia que sorprenderá a todo el barrio situado alrededor de la hondonada. Entonces uno de los dos hermanos deberá restablecer el orden natural de la vida familiar aún a costa de su propia felicidad.
El relato, intenso y cadencioso, preciso en la forma e impactante en el fondo, mantiene la sorpresa y la atención del lector con giros sorpresivos, superposición de escenarios y notables cambios de ritmo.
La historia de ‘La Hondonada’ es redonda, completa y equilibrada. El lector sentirá al final un buen sabor de boca aunque en el proceso hubiera experimentado algunos pasajes opresivos. Y notará también que ciertas escenas de la novela volverán por algún tiempo a su memoria. Y muchas interrogantes aflorarán con el tiempo acompañando recuerdos que se quedaron contenidos entre sus páginas… Estos son, entre otros, los efectos secundarios que produce la lectura de un buen libro.
Oscar Vela Descalzo
Yukio Mishima y el ritual del hara-kiri
Yukio Mishima (1925, Tokyo) es uno de los más connotados escritores de todos los tiempos. Descendiente de los Samurai de la era Tokugawa (1.603 a 1.868), Mishima tuvo desde pequeño una fascinación especial por la muerte. Trascendió en el mundo de la literatura por obras magistrales como “El Pabellón de Oro”, “Confesiones de una máscara” y la tetralogía titulada “El mar de la fertilidad” que terminó de escribir días antes de su impresionante muerte bajo el ritual del Seppuku o Hara-Kiri. Mishima fue candidatizado varias veces al premio Nobel que finalmente lo obtendría su mentor y amigo Yasunari Kawabata.
Mishima se caracterizó por ser un arduo defensor de las tradiciones japonesas. Desde su espacio literario fortaleció la figura del Emperador y criticó con firmeza una sociedad que, a decir de él, se sumía rápidamente en la decadencia moral y espiritual.
La mañana del 25 de noviembre de 1.970, Mishima llevó a su editor la última parte de su tetralogía “El mar de la Fertilidad”. Más tarde se dirigió junto a varias personas hasta el cuartel general de Tokio del Comando Oriental de las Fuerzas de Autodefensa de Japón. Ingresaron al lugar con un ardid previamente planificado y, una vez dentro, procedieron a cercar con barricadas el despacho del General Mashita al que ataron a su silla. El grupo llevaba un manifiesto y pancartas que enumeraban sus peticiones. Mishima salió al balcón para dirigirse a los soldados reunidos en la parte baja del cuartel. Su discurso pretendía inspirarlos para que se alzaran y dieran un golpe de Estado que pudiera devolver al Emperador a su legítimo lugar. Sin embargo, solo consiguió que los soldados le abuchearan y se mofaran de él. Entonces vino su trágica muerte.
Al parecer Mishima había preparado su Hara-Kiri tiempo atrás y los sucesos del cuartel no fueron sino un pretexto para el suicidio ritual con el que tanto había soñado. En efecto, una vez pronunciado su discurso, Mishima volvió al despacho del General Mashita y preparó cuidadosamente su muerte. Según la tradición japonesa del seppuku o Hara-Kiri, designó a su amigo Morita como asistente para la ejecución La función del asistente del Hara-Kiri es evitar un sufrimiento mayor al ejecutor. Entonces Mishima se colocó de rodillas, abrió su kimono e introdujo en su estómago la daga. El sufrimiento del escritor fue atroz. Su asistente y amigo Morita no logró decapitarlo en tres intentos para evitar el sufrimiento. Finalmente, fue Hiroyasu Koga quien realizó la decapitación de Mishima. Posteriormente en el mismo cuarto, siguiendo también la tradición, Morita realizó su propio Hara-Kiri. Aunque sus cortes fueron poco profundos para ser fatales, hizo una señal a Koga para que también le decapitase.
La muerte ritual de Mishima consternó profundamente a la sociedad japonesa y al mundo occidental vinculado a la cultura. En la literatura contemporánea sus obras conservan el lugar preponderante de uno de los más grandes escritores que ha dado la humanidad. Su muerte ritual por medio del Hara-Kiri, no hizo sino extender para siempre la leyenda.
Woolf: abusos, amor y muerte
La famosa escritora londinense Virginia Woolf (1882-1941) vivió en permanente equilibrio entre la cordura y el delirio, entre la felicidad que encontró en el amor y la aflicción que le producía su existencia. Sufría de trastornos bipolares que la sumían constantemente en profundas depresiones. Algunos biógrafos afirman que estos desórdenes pudieron originarse en los abusos sexuales de los que fue víctima cuando era niña a manos de dos hermanos mayores.
Su obra se consolidó en la cima de la crítica universal gracias al rompimiento de los moldes tradicionales que, en aquella época, condenaban y opacaban por anticipado a la literatura femenina. El diálogo interior, la penetración psicológica, el lesbianismo, la reivindicación de la mujer, la narrativa experimental, una aguda visión social, la convirtieron en una de las novelistas más importantes del siglo XX con obras magistrales como “Las Olas”, “Mrs Dalloway”, “Orlando”, “Al Faro”, entre otras.
Se casó en 1912 con el judío Leonard Woolf (de quien tomó el apellido). Durante la época de entre guerras, sin embargo, su vida osciló una vez más en la ambigüedad, pues a pesar del amor intenso que sentía por su marido, mantuvo una relación lésbica con la escritora Vita Sackville-West, relación amorosa que concluyó años más tarde y que perduró como una férrea amistad hasta su muerte.
El estallido de la segunda guerra mundial, la destrucción de su casa en Londres y las amenazas de la invasión nazi a la isla, la enloquecieron una vez más hasta tomar la decisión de suicidarse. Así, el 28 de marzo de 1941, se puso su abrigo y llenó con piedras los bosillos para ahogarse en el río Ouse, cerca de su casa. Su cuerpo fue rescatado veinte días después.
En su carta final, una maravillosa y estremecedora declaración de amor a su marido, le decía:
“Siento que voy a enloquecer de nuevo. Creo que no podemos pasar otra vez por una de esas épocas terribles. Y no puedo recuperarme esta vez. Comienzo a oír voces, y no puedo concentrarme. Así que hago lo que me parece lo mejor que puedo hacer. Tú me has dado la máxima felicidad posible. Has sido en todos los sentidos todo lo que cualquiera podría ser. Creo que dos personas no pueden ser más felices de lo que hemos sido tú y yo.”
Leonard Woolf decidió incinerar el cuerpo de su esposa y la enterró bajo un árbol en el condado de Sussex, Inglaterra. En su epitafio se puede leer la siguiente frase de la escritora: «En contra tuya volaré con mi cuerpo invencible e inamovible, oh muerte».
De este modo la despidió su compañero de vida, abatido por el dolor, abrumado para siempre por esas palabras de despedida en las que ella le confesaba que ni siquiera la máxima felicidad que encontraron juntos había sido suficiente para quedarse.
Trece libros que no son trece
Las listas de libros son siempre equivocadas o incompletas, sobre todo si lo que te piden es que hables de “los trece libros que te han marcado”. Sólo pensar en la posibilidad de hacer esa lista puede ocasionarte un vértigo espantoso, y al final termina uno traicionándose a sí mismo y tracionando al menos a un centenar de libros que merecían estar allí y que nunca más te verán igual desde su silenciosa quietud en la biblioteca.
En todo caso, el aniversario trece de Soho me obligó a hacer el ejercicio a sabiendas de que nunca llegaría a sentirme satisfecho con el resultado, de que la lista una vez terminada sería inmodificable y que los libros escogidos ni por casualidad serían exactamente trece.
Es importante señalar que los libros te marcan para bien o para mal: lo hacen para bien cuando al leerlos crees que el mundo puede ser mejor; y, para mal cuando los terminas y confirmas que el mundo siempre será una mierda. Por eso en esta lista hay libros que me marcaron de las dos formas:
Empezando por la época del salto entre la niñez y la juventud, que más que salto es un tropiezo, debo mencionar dos novelas que me acompañaron, además de otros placeres solitarios, durante la edad del burro: Los Tigres de Mompracem de Emilio Salgari y Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino de Julio Verne. Los saqueos de Sandokan y su tropa de piratas, y el extraordinario personaje del capitán Nemo y el misterioso Nautilus, quizás han sido los grandes culpables de mi afición por la lectura.
Más tarde me sumergí en Borges, y con él en El Aleph. Aprendí entonces que en el sótano de una casa de Buenos Aires existe una pequeña esfera tornasolada que concentra en sí misma todos los puntos del universo, que para verla hay que colocarse en una posición extraña sobre un escalón, pero que el esfuerzo vale la pena porque a través de ella puedes verlo todo. Más tarde, o tal vez antes, no estoy seguro pues la he leído al menos en tres ocasiones, enloquecí con la magia de Cien Años de Soledad, y puedo decir que después de cada lectura la maravillosa novela de García Márquez se superó a sí misma. Algo similar me pasó con Rayuela, a la que también he vuelto formalmente en tres momentos, aunque a veces regrese a ella de forma furtiva para rescatar a Oliveira de algún trancón filosófico o espiar a la Maga, que cada día me resulta más atractiva.
Y si de mujeres atractivas hablamos, pocas en la historia de la literatura como Justine de Lawrence Durrel en su tetralogía El Cuarteto de Alejandría. Sus amores furtivos con Darley, bajo la mirada inquisidora de Nessim, el marido engañado, son una verdadera apología de la lascivia y la perfección narrativa. Justine es el primer libro de una saga sensual, misteriosa y fascinante que se completa con Balthazar, Mountolive y Clea.
Otro libro que me marcó tanto en su forma como en su fondo es Aura, la espléndida novela breve de Carlos Fuentes. En esta obra hay una escena que, según he notado, empieza a desgastarse de tanto haberla leído, aquella en la que Felipe se deja seducir, entre las hendiduras del tiempo, por la inmortal Aura.
La Casa de las Bellas Durmientes de Yasunari Kawabata es, sin duda, una de las obras más bellas de la literatura. Del modo más sutil, buscando la eternidad a través de la palabra, esta novela fue escrita con la impronta espiritual y las profundas reflexiones orientales sobre la vejez, la pureza y la sensualidad. Es una lástima que algo tan hermoso haya pretendido ser homenajeado años después por un bodrio indigerible como Memoria de mis Putas Tristes de un tal Gabo.
Otro libro que no es un solo libro y que también me destroza las matemáticas del trece es El Mar de la Fertilidad, del japonés Yukio Mishima, que en la mañana del 25 de noviembre de 1.970, llevó a su editor esta tetralogía que acababa de terminar la noche anterior. Esa misma tarde murió de forma impresionante bajo la tradición del Hara Kiri. Las cuatro novelas que forman esta magnífica obra son: Nieve de Primavera, El templo del Alba, Caballos Desbocados y La Corrupción de un Ángel.
Es innegable que Kafka está presente en la mayoría de listas de lectores alrededor del mundo. La metamorfosis tiene un puesto asegurado en la cima de esas listas, y, por supuesto, a mí también me marcó casi como al propio Gregorio Samsa cuando despertó, pero si hay una novela de Kafka que me produjo verdadera impresión por su peculiaridad, ironía, belleza y humor es América, la historia del joven Karl Rossmann a quien sus padres envían contra su voluntad hacia el nuevo mundo después de que ha dejado embarazada a una criada. Este libro resulta un verdadero descubrimiento del continente americano a través de la extraordinaria narración de K.
Los Demonios, también conocida como Los Endemoniados, de Fiodor Dostoievski, es a mi gusto su mejor obra, no sólo la más profunda e intimidante, sino también la que exploró de forma nítida, casi perfecta, el alma del ser humano a través de personajes inolvidables como Piotr Stepanovich y Nikolai Stavrogi, dos verdaderos diablos.
Alessandro Baricco, dueño de una pluma finísima, es el autor de un monólogo escrito para teatro al que tituló Novecento. Este libro plagado de exquisitez y sensibilidad, relata la historia de Danny Boodman T.D. Lemon Novecento, un pianista prodigioso que contempla el mundo con curiosidad y temor desde el trasatlántico en el que nació y del que jamás ha bajado nunca.
Javier Marías es para mí un autor imprescindible. Su obra tiene picos muy elevados y casi ninguna depresión, pero todos sus libros están escritos con exactitud y belleza. A mi gusto su novela más lograda es Corazón tan blanco, y de ella rescato como siempre su perturbador inicio: «No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola…».
Y hasta aquí mis trece libros, que como se habrá dado cuenta el lector, anticipado como estaba, no son trece.
Tierra quemada
Óscar Collazos (Bahía Solano, Chocó, 1942), es uno de los escritores contemporáneos más importantes e impactantes de la literatura latinoamericana. El uruguayo Mario Benedetti, años atrás, dijo de él: “la realidad parece haberse convertido en una innegable provocación para los narradores colombianos. Unos, como García Márquez, tienden a hacerla mito; otros, como Óscar Collazos, a desmitificarla.”