Antiguas ceremonias

La nueva obra de Santiago Páez (Quito, 1958) se encasilla dentro de lo que se conoce como novela por un aspecto puramente formal, pues en su contenido se encuentran varias características de distintos géneros literarios a los que el autor superpone y mezcla con la delirante precisión de un genetista y la prosa estética de un consumado escritor.

El autor confirma que ‘Antiguas Ceremonias’ no es una obra distópica, tampoco utópica, ya que el lector encontrará en sus páginas más horror que ilusión, más desasosiego que quimeras, más desamparo que fantasías. En realidad (si es que cabe esta palabra ante el libro de Páez), desde el inicio el lector será transportado de forma vertiginosa y sin pausas a un viaje impredecible por un mundo en ruinas que muestra la condición humana en la más primitiva de sus formas. Infiernos y paraísos, sueños y pesadillas, confluirán en esta obra tan alejada de los cánones usuales de la narrativa contemporánea. Nada sigue el orden natural en las páginas de este libro, ni el tiempo, ni el espacio, tampoco los fabulosos seres que la habitan, ni los de apariencia humana ni aquellos de origen espectral. Resalta entre todos el ángel de mercurio, poeta redentor o verdugo, que flota sobre las ruinas como una sombra grácil de luz o de oscuridad; y, también Francisco Desales, uno de esos personaje inolvidables de la literatura, de aquellos que son capaces de evocar con sus historias los pensamiento más perversos o los anhelos más refundidos.

Santiago Páez es uno de los grandes exponentes de la narrativa latinoamericana. Lo confirma esta obra alegórica, metafísica y desafiante, una verdadera pieza de orfebrería literaria.

Oscar Vela

Hola, soy Óscar Vela, novelista, articulista y autor de reseñas para las revistas Soho y Mundo Diners. Bienvenidos.

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