El impostor
Javier Cercas (Cáceres, 1962), regresa con una obra de no ficción, aunque la historia de fondo de esta novela haya salido en gran parte de la imaginación de su protagonista, el fabuloso mitómano Enric Marco que durante casi toda su vida se hizo pasar por superviviente de los campos de concentración nazis. En el año 2005, el ojo agudo y la profunda investigación de Benito Bermejo, un historiador español, descubrieron la verdad y sacaron a la luz la fantástica historia de Marco.
El Impostor es una amalgama de géneros a los que Javier Cercas debió acudir para cerrar esta obra con su punto final. El lector encontrará en sus páginas algo de narrativa, de crónica, de historia, de ensayo, de biografía y autobiografía. El caso de Enric Marco, que en el momento del descubrimiento de su impostura dio la vuelta la mundo, destapa la voracidad literaria de Cercas que al principio se rehúsa a escribir un libro sobre el suceso, pero que, según se interna en la vida del falso héroe, termina construyendo y descubriendo el ovillo de mentiras que éste había tejido alrededor de su vida.
En la novela de Javier Cercas se pueden descubrir varios impostores: Marco, por supuesto, un tipo genial que reinventa su pasado para beneficiarse de la admiración pública y recibir a cambio prebendas económicas y nombramientos importantes en las asociaciones de víctimas del fascismo; también su autor que en el proceso de preparación y escritura se cuestiona (y me parece que se convence) de que él, a su modo, es otro impostor; y, finalmente, los lectores, que, sin quererlo, terminamos encontrando demasiadas similitudes entre las mentiras del protagonista y nuestras propias mentiras.