Triángulo de buena literatura
Irlanda, Sudáfrica y Ecuador. Tres puntos geográficos que forman un triángulo de buena literatura. Tres autores potentes: Benjamín Black (John Banville) con un nuevo libro del género negro, el Nobel J.M. Coetzee con una obra singular que se aparta de su narrativa usual, y Juan Pablo Castro Rodas con su más reciente novela.
MUERTE EN VERANO
Benjamin Black
Alfaguara
297 páginas
La muerte violenta del magnate de la prensa Richard Jewel, en el Dublín de los años cincuenta, es la premisa básica de esta nueva novela negra del gran escritor irlandés. El inspector Quirke regresa a la carga en la investigación de un crimen que lo llevará a conocer a la intrigante y sensual viuda Francoise d´Áubigny, a la controvertida Dannie, y al empresario rival Carlton Summer, todos envueltos en un sórdido embrollo del pasado en medio de un orfanato auspiciado por Jewel. Como siempre Black, con una obra literaria de calidad enorme.
LA INFANCIA DE JESÚS
J.M. Coetzee
Mondadori
271 páginas
Simón y David han cruzado el océano para llegar a su nuevo destino, Novilla, un país extraño en el que tendrán una nueva identidad. Los recuerdos de su vida anterior se han quedado del otro lado del mar. Simón debe encontrar a la madre del niño sin tener un solo indicio de su nombre ni de su rostro. Para su sorpresa, en este nuevo lugar todos cumplen con sus funciones diarias, pero nadie es particularmente feliz. La nueva novela del laureado Coetzee se aparta por completo de las obras que le consagraron. En “La infancia de Jesús”, su narrativa magnética atraviesa los brumosos campos de las distopías manteniendo al lector aferrado a sus páginas.
LOS AÑOS PERDIDOS
Juan Pablo Castro Rodas
Alfaguara
345 páginas
En medio de un bochorno inusual que azota a la ciudad de Quito, Faustino Alcázar espera la llegada de su asesino, y mientras tanto da clases sin mayor entusiasmo en una universidad nacional. Remontándose en sus recuerdos, viaja a la Lisboa del pasado en la que se enamoró de Sofía y conoció a Margarito, el compañero mexicano de aulas y desventuras. En la mente del protagonista, dan vueltan los números que proyecta constantemente su mirada, y se ajustan o se desajustan en un juego de tintes esquizoides que potencian al personaje. Novela irónica, fogosa y profunda del pasado y del presente que vive en permanente desasosiego.