La fiesta de la insignificancia

Cada vez que sale a la luz una obra del escritor checo Milan Kundera, el mundo editorial se sacude y se percibe en el ambiente un aroma clásico de novelas fundamentales como ‘La insoportable levedad del ser’ y ‘La broma’. Las librerías y los cafés se inundan de aquel aroma que envuelve a las nuevas creaciones de Kundera.  Por esta razón, la referencia de su obra anterior es inevitable a la hora de leer un nuevo libro y, quizás por esto también, ‘La fiesta de la insignificancia’ ha recibido críticas tan dispares, desde los que la juzgan como una novela genial, prolongación exitosa de las anteriores, hasta los que la han aborrecido y abandonado antes del final.

Lo cierto es que esta es una novela que no deja indiferentes a los lectores. Escrita en clave de humor casi en su totalidad, Kundera relata la historia de Alain, Ramón, Charles y D’Ardello, cuatro personajes marcados por su inteligencia y su mordacidad en cada apreciación de la vida. Alain y su obsesión con el ombligo femenino como una de las bellas creaciones tienen su punto más elevado en un pasaje genial en que el personaje relata el frustrado suicidio de su madre cuando estaba embarazada de él. Por su parte, Ramón persiste en su intento de ingresar a una exposición de Chagall a la que siempre renuncia por no ser parte de aquellos que están dispuestos a hacer filas interminables. D’Ardello resaltará la insignificancia como esencia de la existencia humana, mientras que Charles, de modo simultáneo, anunciará en broma un grave diagnóstico de cáncer terminal para experimentar la compasión de sus amigos, sin saber que el destino siempre está dispuesto a dar giros imprevistos.

 

Oscar Vela

Hola, soy Óscar Vela, novelista, articulista y autor de reseñas para las revistas Soho y Mundo Diners. Bienvenidos.

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